lunes, 15 de febrero de 2010

Jeroglíficos Egipcios

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El sistema de escritura jeroglífico egipcio es mixto (ideográfico y consonántico) y fue usado desde c. 3100 a. C. al 400 d. C. El sentido de la escritura es horizontal de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, en bustrófedon y vertical de arriba hacia abajo comenzando por la derecha y comenzando por la izquierda.

El enigma indescifrable


Jean Françoise Champollion

Mientras en Mesopotamia el sistema de escritura era el cuneiforme allá por el año 3.000 antes de Cristo, en Egipto otro sistema se iba afianzando: el jeroglífico.

Los eruditos trataron de descifrar este sistema de escritura durante muchos siglos, pero siempre permaneció hermético a cualquier intento de comprenderlo.

Jean Françoise Champollion, un erudito francés, estudió la piedra Rosetta en la que hay una inscripción en tres sistemas de escritura. Uno era el griego, pero los otras dos eran desconocidos.

La clave

Durante 23 años trabajó para descifrar el contenido de aquella piedra; finalmente en 1.822 pudo publicar las traducciones completas de la inscripción trilingüe. Los otros dos sistemas eran el jeroglífico y el demótico, escrituras vigentes en Egipto durante el tiempo de los faraones, el segundo derivado del primero.

Las claves para el logro de su sensacional hallazgo le vinieron a Champollion por medio del desciframiento de dos nombres: Ptolomeo y Cleopatra

De los tres sistemas de escritura propios de Egipto: jeroglífico, hierático y demótico, el jeroglífico fue el más antiguo de todos y el que más tiempo duró. Aunque originalmente fue empleado para escribir diferentes clases de textos, poco a poco fue quedando, por la aparición del cursivo hierático, reducido a reproducir textos religiosos en contextos monumentales, grabados especialmente en piedra.

Por esta razón los antiguos griegos le dieron el nombre de ta hiera grammmata, "las sagradas letras", o ta hieroglyphica, "las sagradas (letras) grabadas", de ahí nuestra palabra "jeroglífico".

La piedra de Rosetta La Piedra de Rosetta (fragmento)

Los cartuchos donde se hallaban alojados los nombres de Cleopatra y Ptolomeo fueron las claves que le dieron la solución a Champollion para descifrar el enigma. En la figura inferior podemos ver varios cartuchos con nombres de personajes y títulos reales.

Los signos del sistema jeroglífico son pictóricos o "icónicos" por naturaleza. Unos pocos son indeterminados en forma y origen, pero la mayor parte son dibujos reconocibles de objetos naturales o artificiales, aunque son estandarizados en forma y su color no siempre es realista.

No hay duda de que los mejores ejemplos de este sistema de escritura tienen una "belleza intrínseca de línea y color" que justifica la afirmación que se ha hecho en el sentido de que "el jeroglífico egipcio es el sistema de escritura más bello jamás empleado."

Tomados en su conjunto, el número total de glifos empleados conocidos es más de 6.000. Sin embargo, la cifra es engañosa porque muchos de ellos solamente se encuentran en los muros de los templos del período grecorromano, cuando, tal vez por razones religiosas o esotéricas, el número de glifos creció deliberadamente.

Orientación de la escritura

En períodos anteriores el repertorio en uso era siempre menor de 1.000 (como 700 en el período medio egipcio.)

Una inscripción jeroglífica puede estar realizada en columnas o en líneas horizontales, siendo la primera más antigua que la segunda. La secuencia de signos es continua. No hay signos de puntuación o espacios que indiquen división entre palabras.

La orientación es usualmente hacia la derecha, con los signos individuales y la inscripción de la cual forman parte a ser leída de izquierda a derecha, y lo superior teniendo precedencia sobre lo más bajo.

La orientación hacia la izquierda también ocurre, pero solamente bajo ciertas normas: fue empleada, por ejemplo, en inscripciones que acompañan figuras que miran hacia la derecha o que proveen balance o simetría en una composición de gran tamaño.

Ejemplos de inscripciones en columnas orientadas en ambas direcciones se dan al lado. La dirección de la escritura se indica así como el orden en el que los signos han de ser leídos.

Como puede verse, una clave para saber la dirección de la escritura viene dada por ciertos signos, especialmente humanos o animales, que tienen un anverso y un reverso fácilmente reconocible.

El gráfico inferior muestra tanto el sentido de la lectura como el orden de la misma, en dos ejemplos verticales y dos horizontales.

Consideraciones estéticas o jeroglíficas representaron un importante papel en la organización interna de una inscripción. Los jeroglíficos no eran escritos en secuencia lineal, uno tras otro, como las letras de un sistema alfabético, sino que eran agrupados en cuadros imaginarios o rectángulos, para asegurar el arreglo más armonioso y minimizar la posibilidad de feos huecos vacíos. Todo esto afectaba al tamaño relativo y a las proporciones de los glifos y determinaba si una palabra era escrita completa o en forma abreviada. De hecho no es raro hallar glifos intercambiados en su orden por razones de aprovechamiento de espacio.

El orden de los glifos también se veía afectado por consideraciones de prestigio. Palabras de entidades de alto nivel (como "rey", "Dios", y nombres de dioses específicos), eran usualmente puestas antes de palabras a las que en el discurso seguían.

Esto se aprecia en la inscripción inferior donde los primeros tres signos significan "una ofrenda que da Anubis". En el orden de los glifos, el de Anubis, que es el chacal, es el primero porque Anubis es un dios, aunque en el orden del lenguaje hablado sería el tercero.

La causa de la escritura: La religión

Los egipcios se referían a este sistema de escritura como "escritura de las palabras divinas", o "palabras divinas". Es decir, para ellos su sistema de escritura no era una cosa común, sino algo asociado con cuestiones religiosas.

Los egipcios creían que los jeroglíficos tenían el poder de dar vida a lo que describían o afirmaban. Una fórmula funeraria invocando los beneficios de un dios era suficiente, en sí misma, si estaba escrita en jeroglífico de asegurar la recepción de dichos beneficios siempre que el nombre del destinatario fuera mencionado. El nombre de la persona, inscrita en jeroglífico, personificaba la identidad de la misma. Si en la representación de una persona faltaba su nombre, también faltaba el medio de asegurar su existencia de ultratumba. Destruir el nombre de una persona era privarlo de su identidad y reducirlo a la inexistencia.

El poder de la escritura: La magia

En varias ocasiones en la historia de Egipto, los cartuchos de un gobernante muerto fueron sistemáticamente mutilados o removidos de monumentos, en un acto de venganza del sucesor. Incluso los dioses no eran inmunes a estos ataques. Cuando el rey Akhenaton instituyó la nueva religión del disco solar y abolió el antiguo régimen, ordenó, entre otras cosas, que el nombre del principal de los dioses, Amun, fuera borrado de los monumentos del país, cosa que todavía puede apreciarse en las piezas que han llegado hasta nosotros. De forma similar, el monumento de una persona a veces pasaba a ser de otra. El acto esencial para dicha "usurpación" era el cambio de nombre; el nombre original era quitado y el nuevo puesto en su lugar; el monumento quedaba tal cual, simplemente con ese pequeño cambio. En la imagen inferior hay algunos ejemplos marcados de cambios de signos. Los signos cambiados van marcados con una cruz.

La creencia en la eficacia mágica de las "divinas palabras" se advierte en los intentos que se hacían para limitar el poder de ciertos jeroglíficos, sobre todo los que describen humanos, pájaros y animales. Se suponía que tenían un considerable potencial dañino si estaban localizados en zonas mágicamente "sensibles", como las paredes de una cámara funeraria o los lados de un sarcófago. El miedo era que pudieran asumir una vida hostil independiente y consumir las ofrendas de comida depositadas para el muerto o incluso atacar al cadáver mismo. Para evitar esto se tomaban ciertas precauciones para neutralizar estas amenazas. Algunas veces tales jeroglíficos eran eliminados y sustituidos por anodinas sustituciones. En otras ocasiones eran modificados en alguna forma para inmovilizarlos. Los cuerpos de figuras humanas y las cabezas de insectos y serpientes eran omitidos, los cuerpos de pájaros recortados, los cuerpos de ciertos animales cortados en dos y las colas de serpientes abreviadas. Las criaturas particularmente peligrosas, como la inicua serpiente llamada Apophis, el gran enemigo del dios solar Ra, eran mostradas muertas o clavadas con cuchillos o lanzas. La figura inferior muestra algunos ejemplos de jeroglíficos mutilados.

El origen de la escritura: Divino

Los orígenes de este sistema de escritura son desconocidos. Para los egipcios era una invención de los dioses, en particular de Thoth, el escriba divino, quien se describe a sí mismo como el "señor de la escritura". Las más antiguas inscripciones halladas proceden de Hierápolis, a unos 70 Kms. al sur de Tebas, en el Alto Egipto. Se trata de una cantidad de paletas de pizarra, de las cuales la más famosa es la llamada "Paleta de Narmer", llamada así por la creencia de que los dos símbolos centrales en la inscripción superior, tanto en el anverso como en el reverso, representan signos que un egipcio más moderno podría leer como "Narmer". La paleta ha sido datada hacia el año 3.000 antes de Cristo. La escena central del anverso (figura derecha) muestra a un rey egipcio en el acto de forzar de rodillas a un enemigo. La escena de la derecha exhibe un halcón, probable símbolo del rey como dios Horus, llevando a un hombre con una cuerda desde la región del Delta, simbolizado por la cabeza de un hombre y seis papiros.


Paleta de Narmer

El de abajo es un ejemplo de escritura jeroglífica incrustada en madera del siglo IV antes de Cristo.

Jeroglífico incrustado en madera; siglo IV a. C.

Los jeroglíficos egipcios se usaron hasta el año 394 después de Cristo, pero tras la conquista de Alejandro Magno el alfabeto griego tomó preponderancia en Egipto.

La naturaleza de la escritura

La escritura jeroglífica se divide en:

a) Ideogramas: que representan objetos en forma puramente gráfica, sin elemento fonético. Por ejemplo:

b) Fonogramas: Son signos particularizados que indican pronunciación. Por ejemplo:

el fonograma "boca" en el decurso de los siglos sirve para indicar el sonido "r". En última instancia esto es lo que va a llevar a la confección de un alfabeto.

c) Signos silábicos, representando dos o tres consonantes y, a veces, acompañados de fonogramas. Por ejemplo:

d) Determinativos: que hacen las veces de marcadores en las palabras para indicar su función semántica. Por ejemplo, los verbos de movimiento llevan el determinativo:

y las que denotan líquidos, el determinativo:

Una clase para leer jeroglíficos

En la ilustración inferior tenemos a la reina Nefertari presentando dos recipientes a la diosa Isis. La inscripción señalada con una flecha se analiza en el diagrama de más abajo.



El fonograma del trono indica los sonidos "st"; la rebanada de pan semicircular, otro fonograma, refuerza el sonido "t" y sirve para sugerir feminidad. El huevo es un ideograma para mujer y la figura sentada es el pictograma de diosa. Por lo tanto, los cuatro símbolos forman el nombre Aset, más conocido como Isis.

La golondrina es el ideograma de grande y el fonograma del sonido "wr". El fonograma de boca refuerza la "r", mientras que la rebanada de pan connota feminidad y añade el sonido "t". Este conjunto significa Weret: Gran Dama

El buitre es el fonograma para "madre" porque suena igual que esa palabra, "mt". La "t" es reforzada por la rebanada de pan y la bandera es un ideograma para dios y un fonograma para los sonidos "ntr". Este conjunto puede leerse como Mut Netcher, es decir: Madre de diosEl fonograma del cesto se pronuncia "nb" y significa "dueño", "señor". La rebanada de pan que hay debajo añade una "t" y de nuevo significa feminidad. El ideograma del firmamento significa cielo y también sugiere las consonantes "pt". Estos signos combinados comunican al lector uno de los mayores títulos de Isis, Nebet Pet: Señora del cielo

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